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- martes, 13 de enero de 2015

Cuidados básicos del coche


Desde ASETRA, Asociación de talleres de Madrid, nos hacen un llamamiento para hacer un mantenimiento responsable del automóvil. Por todo ello, han elaborado unos consejos de mantenimiento preventivo para el automovilista.  Están recogidos en la guía

Amortiguadores
Los amortiguadores no sólo proporcionan confort en la conducción, sino que también representan una garantía de seguridad, puesto que ayudan a controlar el vehículo, especialmente a altas velocidades y en situaciones de riesgo. De hecho, se le considera uno de los tres componentes esenciales del llamado “Triángulo de la seguridad”, junto a los neumáticos y los frenos.

ASETRA hace suyos los consejos de seguridad de la página web www.losamortiguadoressalvanvidas.com, creada por los principales fabricantes de amortiguadores que operan en el mercado español. El correcto funcionamiento de un amortiguador depende de diversos factores, como el estado de la carretera, la carga del vehículo, el kilometraje y efectos de desgaste como el frío, el calor y la humedad.

En consecuencia, la acción de estos factores hace que el efecto del amortiguador se reduzca paulatinamente, hasta que deja de funcionar correctamente. Al no tratarse de un desgaste perceptible para el conductor, se aconseja realizar revisiones periódicas cada 20.000 kilómetros.
 
Escobillas limpiaparabrisas

En caso de condiciones climatológicas adversas, las escobillas limpiaparabrisas representan un papel fundamental. Si no barren bien y no evacuan correctamente el agua, el granizo o la nieve, impiden que llegue bien una información preciosa a nuestros ojos. Unos segundos pueden resultar vitales para la vida de los ocupantes de un vehículo o de los peatones.

Si las escobillas dejan zonas por barrer, originan extraños empañados, hacen ruido o saltos, ha llegado el momento de su reposición. Aconsejamos como adecuado su cambio después del verano. No hay nada peor para sus componentes que las prolongadas jornadas de sol y las altas temperaturas. Ahora, además, suelen incorporar detectores de desgaste muy útiles.
 
Filtros
Como su nombre indica, su labor se basa en la filtración de elementos físicos del aire o fluidos como el aceite y el combustible.

En los vehículos se montan de varios tipos:
Filtros de aceite
El desgaste normal del motor implica la aparición de partículas metálicas que se desprenden de los componentes y van a parar al lubricante. El filtro de aceite tiene como misión retener dichas partículas que perjudicar el rendimiento del motor o incluso dañarlo gravemente. Dado que los períodos de reposición de los aceites se han dilatado mucho en los vehículos nuevos y a pesar de que la  calidad de los filtros ha mejorado de forma notable, resulta imprescindible reponer este elemento cada vez que se cambia el lubricante.
 
Filtros de aire
Un filtro en buenas condiciones garantiza que el aire que llega al motor no contiene partículas abrasivas. De esa manera, la combustión se realiza en las mejores condiciones y el consumo de combustible se mantiene en los niveles recogidos en el catálogo del vehículo, al igual que ocurre con las emisiones contaminantes. Es importante que el filtro se revise siempre en las operaciones de mantenimiento del vehículo. El final de su vida depende mucho de los lugares por los que se circula. De ahí que, en caso de andar por caminos polvorientos habitualmente, sea necesario proceder con mucha más frecuencia a su reposición que si se conduce por ambientes mucho más limpios.
 
Filtros de combustible
Su funcionamiento difiere si se trata de vehículos de gasolina o diesel. En el primer caso, su labor consiste en eliminar las impurezas del combustible antes deque lleguen al motor, mientras que en los vehículos que funcionan con gasóleo sirven para eliminar el agua y evitar la corrosión de los elementos metálicos del motor. En ambos casos, su tarea es primordial para garantizar la salud del motor. Deben revisarse siempre que el vehículo entre al taller para su mantenimiento.
 
Filtros de habitáculo
Si el resto de los filtros que se montan en un vehículo tienen como fin garantizar la salud del motor del coche, el de habitáculo se ocupa de la de salud de sus ocupantes. ¿Cómo lo hace? “Atrapando” las partículas de polvo y los granos de polen que están en suspensión en el ambiente. Evitan, por tanto, que entren al vehículo y aminora su negativa incidencia especialmente en los alérgicos, además de proporcionar una sensación de limpieza y bienestar en el interior del habitáculo.

Es conveniente reponerlos una vez al año, salvo que frecuentemente se conduzca por terrenos polvorientos o con mucha suciedad. Importante: un filtro colmatado tiene todavía peores consecuencias para la salud que la ausencia de filtro.
 
Neumáticos
Es difícil predecir la vida útil de un neumático. Hay muchos factores que influyen en ella: desde los propios componentes de las cubiertas y el almacenamiento previo a su venta, hasta la manera de conducir de su usuario, o la climatología y las características del pavimento por el que rueda. Por tanto, es muy difícil determinar un número estimativo de kilómetros. Sin embargo, al ser el nexo de unión entre el coche y la carretera, su papel en la seguridad es primordial.
 
El usuario debe ser muy consciente de ello y mantener correctamente los índices de presión aconsejados por el fabricante. Conviene que esté siempre muy pendiente de la aparición de vibraciones y ruidos, del desgaste anómalo (mayor por unas zonas que por otras), de cualquier comportamiento extraño detectado en una frenada. Puede que haya llegado el momento del cambio e incluso que nos avisen también de fallos en otros componentes relacionados con la seguridad.
 
ASETRA recomienda acudir a un especialista al menos una vez año si los neumáticos llevan instalados más de cuatro años, cuando el kilometraje anual no supere los 14.000 kilómetros. Si se hacen más kilómetros, conviene acortar la visita al taller.
 
Frenos
Con los frenos en mal estado necesitaremos más metros para parar el coche ante cualquier emergencia. Unos metros pueden significar la vida de una persona o varias personas. Es importante, por tanto, estar muy atento a cualquier variación anómala en el comportamiento del vehículo cuando se pisa el pedal de freno (puede irse para un lado, tardar en “reaccionar”, ruidos, chirridos, etc). No es fácil detectarlo, puesto que los componentes del freno se van deteriorando poco a poco, salvo que sea muy marcada la diferencia, en cuyo caso el paso por el taller debe ser inmediato.
 
Además, el desgaste de los componentes del sistema de frenos depende mucho de las características de la conducción y también del medio habitual por el que ruede el vehículo (atascos en las ciudades, recorridos en montaña, con abundantes curvas, etc). Por eso, es muy importante que este sistema sea revisado por un especialista al menos una vez al año.
 
Lubricantes
Los lubricantes tienen como función minimizar el desgaste de las piezas del motor, canalizar las partículas metálicas surgidas de ese  desgaste hacia el filtro, ayudar a la refrigeración y evitar diminutas fugas en el circuito por sus propiedades sellantes.

El período de vida útil de los lubricantes se ha elevado mucho en los coches modernos. Si hace 20 años, la media de cambio estaba en torno a los 5.000-8.000 kilómetros, hoy los fabricantes de vehículos hablan de reposiciones mucho más distanciadas, por encima incluso de los 30.000 kilómetros para sus nuevos modelos. Desde los talleres, consideramos que no se debería dilatar más de 15.000 kilómetros el cambio de lubricantes. Notamos que los motores sufren en exceso con períodos tan largos.

A los usuarios, desde ASETRA aconsejamos revisar periódicamente el nivel del depósito de lubricante (cada 1.500 kilómetros aproximadamente). Se está perdiendo una costumbre excelente que ahorra muchos sustos. Y, en caso de tener que reponer, siempre hay que optar por el tipo de lubricante aconsejado por el fabricante del vehículo para respetar las especificaciones técnicas concretas.
 
Iluminación
Además de permitirnos ver, las luces del vehículo tienen como tarea permitir que nos vean los demás e informar a conductores y peatones de nuestras intenciones cuando conducimos un vehículo a través de los dispositivos de señalización.

Aunque ya no haya que llevar lámparas de repuesto en el coche (debido a la dificultad de su montaje e incluso a los riesgos eléctricos que puede suponer la operación de cambio en ciertos vehículos), no hay que olvidar que sí que es obligatorio mantener el sistema de iluminación y señalización en condiciones óptimas. Para ello, es conveniente comprobar mensualmente el buen funcionamiento de todas las luces ( posición, cruce, carretera, freno, marcha atrás, intermitentes y antinieblas) y mantener su superficie exterior libre de barro y suciedad. Asimismo, siempre que se detecte alguna irregularidad (una bajada en la intensidad, por ejemplo) debe consultarse a un especialista para que verifique la existencia de problemas y proceda en su caso a su solución.
 
Sistema de escape y catalizadores
Los sistemas de escape tienen como una doble misión en el cuidado del medio ambiente: deben reducir las emisiones contaminantes y el ruido de los gases al salir del motor. No se puede evitar su deterioro, debido a su dura tarea, sobre todo cuando se circula mucho por ciudades y en recorridos cortos y/o sobre firmes irregulares. Como usuarios, hay que estar atentos a  cualquier indicio de fuga o de corrosión. Lo vamos a notar también por una falta de potencia del motor y por el incremento de consumo de lubricante.

Asimismo, y según indican los principales fabricantes, circular con catalizadores o tubos de escape defectuosos puede aumentar el peligro de incendio del vehículo y provocar asfixias e intoxicaciones en lugares cerrados como garajes o talleres. Para evitar daños al catalizador, se aconseja evitar subirse a los bordillos. Además, se debe calentar el vehículo manteniendo durante un par de minutos el coche al ralentí antes de iniciar la marcha.

Aunque depende de muchos factores y por tanto no se puede hablar de una cifra fija, los catalizadores dejan de cubrir su función protectora del medio ambiente aproximadamente a los 80.000 kilómetros. Desde ASETRA aconsejamos una revisión del funcionamiento de dicho componente a partir de los 60.000 kilómetros.
 
Correas de distribución
La correa de distribución sincroniza los cuatro tiempos del motor, la apertura y cierre de las válvulas de admisión y escape y la chispa de la bujía. Es muy importante seguir los consejos del fabricante del vehículo porque, al ser un elemento que se desgasta, su rotura puede ocasionar una grave y cara avería en el motor.

Es prácticamente imposible para un conductor medio detectar un deterioro alarmante en este componente que nos avise de que ha  llegado el momento del cambio. Por lo tanto, repetimos, la mejor previsión que se puede hacer es reponerla por una unidad media en base a los intervalos aconsejados por los constructores de vehículos.
 
Fuente: ASETRA
 

1 comentario:

  1. Bueniiiisimos consejos para cuidar mi coche, hay algunos que no los tenía en cuenta hasta ahora. Gracias!! ;)

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