La Policía ha desarticulado una banda especializada en el robo en Leganés de catalizadores de vehículos, una codiciada pieza por parte de los delincuentes ya que en su fabricación se emplea platino, paladio y rodio, metales muy escasos que pueden alcanzar un precio elevado en el mercado negro.
Las investigaciones, según publican varios medios, se iniciaron a principios de julio, a raíz de una denuncia presentada por una de las víctimas. Tras un análisis de denuncias similares, se pudo comprobar que se trataba de la misma banda criminal, ya que todos los hechos se habían producido en la misma zona, y las franjas horarias y modus operandi eran idénticos. Una vez identificados por los agentes se estableció el dispositivo policial para lograr su localización y detención.
Según informa la Jefatura Superior de Policía de Madrid, han sido detenidos los tres responsables de la banda que actuaba en Leganés y que fue sorprendida "in fraganti" por los agentes cuando se alejaban del lugar portando en sus mochilas cinco de piezas de motor, así como diversas herramientas empleadas para el robo de las mismas. Eran integrantes de una banda especializada en el robo de catalizadores de coches en los aparcamientos de un centro comercial de Leganés (Madrid). Los delincuentes aprovechaban franjas horarias en las que los vehículos se encontraban sin supervisión ni vigilancia estacionados en el área comercial.
Los delincuentes aprovechaban los horarios de tarde y noche, en los que los aparcamientos del centro comercial se encontraban menos concurridos. A bordo de un vehículo de su propiedad merodeaban en busca de automóviles de la marca y modelo que les interesaba, al parecer Hyundai y Kia.
Una vez localizaban sus objetivos, los elevaban con ayuda de un gato hidráulico y se introducían rápidamente debajo de los vehículos para extraer los catalizadores, abandonando el lugar de los hechos en un vehículo, conducido por uno de los detenidos que hacía labores de vigilancia.
Los arrestados, que residen en Leganés y ya habían sido arrestados anteriormente, actuaban siempre en la misma zona, el barrio de Zarzaquemada del citado municipio madrileño, y de madrugada para evitar ser descubiertos.
Fueron las denuncias interpuestas por propietarios de coches las que advirtieron a los agentes de la existencia de esta banda dedicada al robo de catalizadores, por lo que se decidió poner en marcha servicios de vigilancia preventivos por la zona.
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