Los frenos son una parte muy importante del coche. Las partes fundamentales del coche que influyen en la seguridad de la conducción son los frenos, los neumáticos y los amortiguadores.
Es importante revisar los frenos periódicamente, ver si están desgastados o si algo está mal. Ante los primeros síntomas hay que tomar medidas y llevarlos al taller.
El desgaste de los frenos
Por la misión que ejercen en el coche, los frenos serán unos elementos que irremediablemente se van
a desgastar. El sistema de frenado está actualmente basado en la fricción.
Por ejemplo los frenos de discos se componen de un disco que gira solidario con el eje, y unas pastillas de freno que se mantienen fijas en la misma posición, una a cada lado del disco, muy cerca de él. Cuando frenamos las pastillas se aprietan contra el disco, y el rozamiento que aparece va frenando el giro del disco, y por tanto va frenando la rueda y el coche.
Como es lógico cuento más kilómetros le hagamos al coche antes tendremos de revisarlos. No hay unos kilómetros de referencia para el cambio, ya que la manera de conducir hacen que este desgaste se produzca antes o tarde más en aparece. Así tenemos que una conducción agresiva acelerará el desgaste de los frenos, en comparación con una conducción más tranquila
Elementos a vigilar
Los elementos de los frenos que hemos de vigilar son: las pastillas, los discos y el líquido.
Pastillas: Las pastillas en los frenos de disco o las zapatas en los frenos de tambor pueden durar sobre unos 30.000 km, dependiendo de lo que ya hemos comentado. El desgaste de las pastillas es fácil de detectar por el espesor de las mismas.
Los discos: La fricción gastan las pastillas como hemos dicho, pero también gastan los discos. Como las pastillas, en los discos también se puede preciar el desgaste a simple vista. Pueden durar unos 60.000 km.
Líquido de frenos: Hay que seguir las instrucciones del fabricante para su uso, lo normal es cambiarlo cada dos años.
Primeros síntomas.
El desgaste del freno es paulatino, se va produciendo sin que nos demos cuenta. Los síntomas que podemos notar en la conducción es que la distancia de frenado va aumentando.
Sin mirar debajo del capó, podemos darnos cuenta del desgaste de los frenos estando atentos a algunos síntomas como por ejemplo:
- Hemos de pisar más al pedal para frenar o nos damos cuenta que tardemos más en parar el coche de lo que sucedía antes. Esto estaría motivado por el desgaste.
- El freno está demasiado blando, esto nos indicaría problemas con el liquido de frenos, quizás que haya aire en el circuito.
- El freno demasiado duro, esto sería un problema con el servofreno.
- Ruidos y temblores al frenar en frenadas habituales y no bruscas.
- Bloqueo de alguna rueda al frenar.
Ante cualquier duda lo mejor ir al taller a que lo revisen. Con los frenos es mejor no jugar.
Tampoco debería jugar el taller con su programa de gestión, por eso lo mejor es que contraten TallerGP para gestionar su negocio.
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